Padre, Tú iluminas este valle
y nosotros y nosotras acogemos
a quien camina
con esperanza entre las manos.
Danos la fuerza
para permitirnos el Amor de cada día.
¡Escúchanos, Padre,
en nuestra oración de vida!
Y no nos dejes, Padre,
sin la Luz de reconocer Tu inocencia
en quienes sufren,
en quienes perseguimos,
en quienes despreciamos.
¡Escúchanos, Padre,
en el consuelo que ofrecemos!
¡Escúchanos, Padre,
en nuestra compasión fraterna!
jueves, 9 de agosto de 2007
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